jueves, 19 de febrero de 2015

Vuelo Visual Nocturno en USA (Night VFR)

 Las pasadas navidades aprovechando una visita a mi familia en EEUU tuve la oportunidad de realizar un vuelo en condiciones nocturnas. Esto que en España suena a ciencia ficción para la aviación general y mucho más en aviación ultraligera es completamente posible y muy frecuente por aquellos lares. Ya desde España me puse en contacto con una escuela cerca de la zona donde yo estaba y tras hablar con ellos quedamos para un vuelo el día 24 de diciembre. La idea era ir yo en el asiento delantero con el instructor detrás y tomar una clase de 45 minutos saliendo casi al atardecer para regresar ya de noche.

No es el primer vuelo en trike que realizo en EEUU y por tanto ya no me sorprende tanto pero para alguien que vaya de nuevas lo que más le podrá llamar la atención es la cantidad de aeródromos que hay y sobre todo lo bien montados que están.  Y claro, rodar en un trike por las pistas de un aeropuerto grande junto a Jet privados,  bimotores y toda clase de helicópteros no tienen precio. 

En concreto yo volé en Hawthorne Airport, un aeródromo encajonado en la ciudad de los Ángeles y que está a apenas 3km del aeropuerto internacional de los Ángeles (LAX). Cuando llegue estacioné el coche junto a la valla de acceso y llamé a mi contacto, en un rato vinieron y me abrieron la puerta automática tras lo cual accedí con el coche hasta los mismísimos hangares esquivando toda clase de aviones estacionados en la plataforma, Pilatus, Cessna, King Air, Caraban y algún jet de los medianos. Aparqué en coche e hicimos las presentaciones. El hangar parecía más una oficina que otra cosa, impoluto, muy ordenado, con sillones y TV para descansar y decorado con motivos aeronáuticos.

Foto del hangar

Bonita decoración

Hasta con TV plana


Mi mujer también quería volar así que hizo un bautismo antes que yo y cuando aterrizó estaba encantada, sobre todo porque volaron hasta la costa y fueron haciendo un vuelo rasante por la playa para ver tiburones, si habéis leído bien, tiburones y lo más sorprendente es que vieron un par.

Mi mujer preparandose para el bautismo




Tras aterrizar ella me tocaba a mí. Hicimos un pequeño brifing de lo que íbamos a hacer y me explicó el copick . El trike es un Revo con un motor Rotax 912 de 100C.V y claro está no tiene nada que ver con mi pequeño AirCreation Racer de 40C.V. El Revo tiene un panel de instrumentos con Glass Cockpit con el que se controla todo incluso la radio. Al ser la configuración del trike en tándem  eso implica que solo el que va delante llega a los instrumentos por lo que me toco ir manejando la radio aunque las comunicaciones lógicamente las llevaba el instructor.

copick del trike REVO



 Ya estábamos listos para rodar así que di un poco de gas y en seguido me dirigí hacia la cabecera de la pista 25 y justo en ese instante la primera bronca, Cruz! tienes que ir sobre la línea amarilla de rodadura. ¿sí? Ups no lo sabía. Es que yo siempre he “operado” en pistas de tierra y claro esto es nuevo para mí.  Llegamos a la cabecera de pista y tras la autorización del controlador di todo gas y me fui al aire.

Vista del encajonado aeropuerto




Es impresionante la vista que uno tiene desde arriba de toda la cuadrícula de calles perfectamente ordenadas de la ciudad de Los Ángeles con todos sus coches y sus casitas y justo en ese instante me pregunté qué pasaría ante una parada de motor y la verdad es que no vi muchas opciones para una toma de emergencia (ni que decir luego a la vuelta de noche). Nos dirigimos hacia la playa de Manhattan Beach y cuando estábamos llegando pude distinguir la casa de mi hermano así que se lo comenté y pudimos hacer un par de 360 para verla más en detalle. Después nos acercamos al pier, muelle que se adentra en la playa y desde allí fuimos costeando hasta llegar al cabo de Palos Verdes, una bonita zona con un faro y unas casas increíbles. Henry me enseño la casa más cara de la zona, nada más y nada menos que 35 millones de dólares (se puede ver en el video). Ya a esta altura el Sol se estaba poniendo sobre el horizonte así que nos dirigimos hacia él para grabar una bonita puesta de Sol.

El camino de vuelta lo realizamos haciendo un vuelo muy bajo sobre el océano, tanto, que el frescor del agua se notaba en nuestras mejillas. Ya una vez a la altura de Redondo Beach volvimos a ganar altura y nos pusimos a unos 1000 pies AGL, las vistas de la ciudad eran sorprendentes, ya se había hecho de noche y las luces de las casas y los coches brillaban, al ser las avenidas tan lineales es sencillo ubicarse ya que solo hay que ir siguiendo una de estas grandes avenidas. Escuchamos el ATIS antes de incorporamos al circuito de tráfico a 1100 pies y viramos a viento en cola izquierda de la pista 25. En este punto la imagen era abrumadora, allí estaba yo, en la aproximación nocturna de un aeropuerto con todas sus lucecitas de navidad puestas para mí y a mi derecha a escasos tres kilómetros una ristra de luces de aviones de los grandes en fila india en la aproximación al aeropuerto internacional de Los Angeles (LAX). Sencillamente impresionante.

En la aproximación a Hawthorne


Vista de la pista al aterrizar. Las luces son los aviones en la senda de aterrizaje de LAX





Ya una vez enfilados con la pista me pregunta Henry si quiero ayuda para aterrizar o no y le respondo que no pero que esté atento ya que todo esto es nuevo para mí. A los pocos segundos, las luces de la pista se van acercando cada vez más y en seguida el característico chirrido de las ruedas tocando el asfalto. ¡Había realizado mi primer vuelo VFR nocturno!



¡Hasta la próxima!