jueves, 19 de julio de 2012

Buscando escuela de Trike

Tras barajar varias opciones finalmente me decante por el Aeroclub de Villanueva de la Cañada. El motivo pincipal fue la recomendación de un amigo con mucha mucha experiencia en esto de los trikes.

Desde el primer día de la visita ya supe que me encontraba en el sitio correcto, el trato fue estupendo, nada comercial y puede contemplar de primera mano el buen ambiente que se respiraba por allí.

El aeródromo es frecuentado principalmente por pendulares (trikes) aunque también vi algún autogiro y unos cuantos ultraligeros de 1º y 2º generación. Cuenta con dos hangares. En uno están colocados todos los trikes como si de un machihembrado se tratara y en el otro todos los demás aviones.

Cuenta con una pista principal (03/21) y otra cruzada para emergencias (12/30) ambas de tierra compactada.



No dispone de jacuzzi, piscina, ni aproximación CAT III pero como ya había comentado han privado más otras cosas en mi valoración que creo más importantes.



Como hoy estoy lanzado voy a escribir el siguiente post sobre mi vuelo de iniciación. Espero que os guste.

Antecedentes


Cuando alguien finalmente se apunta a un curso de ultraligero antes suele haber pasado mucho tiempo interesándole el tema, consultando páginas web, visitando Aeroclubs y preguntando a todo el que se pone por delante. Si preguntas a una de estas personas de donde le viene la afición, normalmente te dirán que desde pequeños, que siempre le ha gustado pero que por un motivo o por otro nunca habían podido volar. Pues este, como el de muchas otras personas es mi caso aunque con algunos matices. Ya cuando tenía 17 años y andaba decidiendo mi futuro me empezaba a interesar por el tema y gracias a un tío mío que por aquel entonces era Inspector de Aviación Civil tuve la oportunidad de acompañarle un día a la escuela de vuelo de Senasa en Ocaña, todo fueron facilidades por parte de los instructores hasta que dije la palabra prohibida, "a mi es que lo que me gustan son los helicópteros" yo creo que mi tío se puso hasta pálido, "¡pero si esas máquinas no están pensadas para volar!", "son muy peligrosas..." por cierto que en esa época no les faltaba del todo la razón aunque ahora los helicóperos ya han evolucionado mucho tienen otro problema en la siniestralidad y son las condiciones en las que operan y los trabajos que realizan (las estadísticas en España son alarmantes). Es un tema interesante que trataré en otro post. En fin días después mis padres me quitaron la idea de la cabeza y todo pareció ser un antojo de adolescente. Yo seguí con mis cosas, mis estudios, mi afición a la escalada y curiosamente salvó el típico interés cuando visitaba un museo aeronáutico o veía el helicóptero de la policía desde mi ventana no volví a hablar del tema.



Anuncios que conservo del 1997 cuando andaba buscando escuelas de vuelo.
Mi siguiente reencuentro fue estando de voluntario en el Grupo de Rescate en Montaña de la Cruz Roja cuando realizamos las practicas de grúa en el SuperPuma del SAR en Cuatro Vientos aquello
parecía ciencia ficción, colgados de un cable de algo que flotaba en el aire.


AS-330 Súper Puma. 403 escuadrón Cuatro Vientos pte. buscar y poner una foto de  las mías)

Otra ocasión que tuve la oportunidad de volar en uno de estos trastos fue en el Pirineo esta vez la sensación fue un poco agridulce ya que el helicóptero (cuco) de la Guardia Civil nos recataba a mi amigo Cesar y a mí tras una accidentada noche en la cumbre después de una escalada invernal en Peña Telera (Huesca)



Después pasó un montón de tiempo y un año, estando de viaje en Las Vegas con mi mujer contratamos una excursión en helicóptero por el Cañón del Colorado con aterrizaje de emergencia incluido.
Una de las pasajeras se desmayó en plena aproximación y mira por donde la experiencia fue tan buena que volvió a picarme el gusanillo.



En pleno aterrizaje en medio del desierto para repostar de un cisterna. Algo imposible de ver en España por la regulación tan restrictiva que tenemos
Pasó el tiempo y esta vez aprovechando el nacimiento de nuestra hija decidimos dejarlo todo y mudarnos a EEUU a probar nuevos proyectos, allí en donde me quedé más cerca de mi sueño e incluso
tomé clases en un Robinson 22. La experiencia fue impresionante, sobrevolar la costa de Los Ángeles en aquella máquina endiablada y practicar los imposibles "hover" en el aeropuerto de Long
Beach no tuvo precio. La idea era continuar mi formación pero por diversos motivos no fue posible y tras un año decidimos regresar a España para volver a nuestra antiguos quehaceres.



Momentos antes de iniciar el check prevuelo. Helipuerto de Long Beach Airport . LA Helicopters

Ya de vuelta en Madrid y una vez organizada la vida decidí viendo los precios tan elevados por formarse en helicóptero probar con el piloto privado de Avión, empecé mi búsqueda de información, visitando escuelas en Cuatro Vientos, hablando con gente enterada en los foros, etc... pero al final la conclusión fue que no requería del tiempo necesario para preparar tranquilamente los exámenes y los vuelos en la situación actual en la que me encontraba.

Por tanto solo me quedaban los ultraligeros, volví a echar mano de mis contactos aeronáuticos y tras conocer los pros y los contras de cada modalidad me decidí finalmente por los Trike (otro día contaré los motivos).

Quería aprovechar el momento para acordarme de mi gran amigo Cesar. Aunque seguramente pocas personas lo supieran uno de los objetivos que teníamos planeados tras nuestro paso por Capitanes de Yate era lanzarnos al aire y disfrutar de esta naturaleza que tanto amábamos y que tanto nos gustaba compartir además desde la tierra, y mar también por aire. Un mal día de montaña quiso que no fuera así y es por eso por lo que desde el primer vuelo se que te tendré volando junto a mi, sintiendo tu sonrisa, tu paz, tu gran corazón y tu increíble entusiasmo.