Este blog trata de mostrar mi experiencia como piloto de ultraligeros pendulares desde mis inicios hasta el día de hoy
jueves, 3 de noviembre de 2016
de Zaragoza a Luchón (Francia) atravesando el Pirineo (480km)
Apenas han pasado unos días desde que hiciera mi primera
incursión en el Pirineo y ya se me ha metido el veneno en el cuerpo. De
haber volado siempre en la planicie a poder tocar casi con los dedos picos que
tanto esfuerzo y tiempo me había llevado subirlos andando años atrás.
Siempre me ha llamado mucho la atención el vuelo de Montaña,
para mí es sin duda la modalidad de vuelo más bella y la que más satisfacción
le puede dar a un piloto. Siempre que he tenido la oportunidad he aprovechado
para volar entre las cumbres aunque sea de pasajero. Sobre el volcán Pu'unianiau en
Hawaii, en helicóptero sobre el Cañon del Colorado, en vuelo sin motor por el
Pirineo, pero esta vez se me brindaba la oportunidad de hacerlo yo mismo con mi
propio avión y eso era algo increíble.
Cuando aterrice días atrás en Castejón de Sos tuve la
oportunidad de conocer a Gerardo Bielsa, un gran piloto de montaña que está
allí afincado y del que había oído hablar mucho. Hablando con él sobre lo
bonito que es volar por el Pirineo me comentó así de pasada que uno de los
mejores vuelos que había por la zona era atravesar el valle de Benasque
hasta el aeródromo de Luchón en Francia y con esa idea me volví a Madrid.
Aunque ya estaba listo para traerme el trike a Madrid no
podía dejar pasar la oportunidad de hacer el mencionado viaje a Luchón, así que
se lo propuse a José Miguel y le pareció buena idea. Al siguiente fin de
semana aprovechando unos días de buen tiempo volví a Villanueva de Gállego,
preparamos los aviones por la noche y salimos bien pronto por la mañana. La
travesía era ya conocida hasta Castejón de Sos pero esta vez lo sobrevolaríamos
sin aterrizar y seguiríamos por el valle de Benasque rumbo norte atravesando un
paraje sin igual con picos, ibones y acercándonos a Aneto a una altura por
encima de los 11.000 pies.
La sensación de estar allí arriba en medio de tanta montaña
es indescriptible, una parte de mi estaba eufórica, feliz, sin tiempo para
poder procesar semejante orgia de tan bellas imágenes pero otra se sentía
sobrecogida y nerviosa como un tapón de corcho en medio del océano. Tras unos
cuantos minutos de vuelo vislumbré a través de un collado lo que debía de ser
el pueblo de Bagnères-de-Luchon.
Vista del paso al valle de Luchon
Lo tenía
relativamente cerca, encajonado entre dos montañas allí abajo a 600 metros de
altitud, eche mis cálculos y vi que tenía que bajar casi 3.000 metros en menos
de 15 km y eso eran apenas 9 min. Como el espacio era limitado debido a las
faldas de las montañas que rodeaban el pueblo decidí empezar una serie de
espirales descendientes que me llevaron un buen rato hasta que finalmente
inicié la aproximación al aeródromo sobrevolando el pueblo, es en ese instante
cuando aprecie lo diferentes que eran las casas e incluso el paisaje y es que
ya estaba en territorio francés. Tome tierra o mejor dicho césped sobre
la pista de 800 metros y me dirigí a la zona de parking donde ya estaba
aparcado José Miguel esperándome. Acababa de realizar mi primer vuelo
internacional ;-) En total fueron 480Km en un fin de semana.
Fantástico viaje... No se si me atrevería.. y seguro que pasaste frío. Ya me contarás en persona más detalles!
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