Aprovechando la racha de buen tiempo con un anticiclón
plantado en todo el centro de la península ibérica me he decidido a realizar
una excursión que tenía muchas ganas de hacer desde mis comienzos con el trike.
Se trata de acercarme al parque natural de la Pedriza. A la travesía se uniría
también Jesus y Luis con el X-Air y Paco con un trike Racer.
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Mejor imposible |
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Detalle de la ruta |
Esta excursión plantea unos cuantos retos, el primero es que
únicamente se puede realizar el fin de semana ya que hay que atravesar espacio
aéreo restringido en gran parte del recorrido. El segundo es que hay que
acercarse hasta la misma falda de la sierra de Guadarrama pero los vientos
predominantes allí son de norte y por tanto volamos a sotavento por debajo de
un sistema montañoso con sus peligros y por tanto hay que buscar un buen día
para hacerlo y por último pero no por eso menos importante, a lo largo del
recorrido hay unos cuantos puntos complicados para aterrizar en caso de parada
de motor por lo que hay que estudiar bien la ruta para minimizarlos.
Entre mi campo de vuelo y el destino se interpone por el
norte
el CTR de la base militar de
helicópteros de Colmenar y por el sur la zona aérea prohibida de El Pardo así
que hay que llevar bien planificada la ruta. Decidí dirigirme hacia el este
atravesando un pasillo entre el CTR y el Pardo para dejar el pueblo de Tres
Cantos a la derecha (con el límite del TMA de Madrid bien cerca) para aterrizar
en un campo con mucha solera, el de Loring. Al rato de aterrizar llegó Luis y
Jesus con el X-Air y Paco con el trike. Estuvimos un rato charlando con una
persona del campo y al rato despegamos rumbo norte para unos minutos después
aterrizar en el campo del Vellón tras atravesar parte del embalse con el mismo
nombre.
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en dirección al Pardo |
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De pardo hacia Tres Cantos |
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Recien aterrizados en el Vellón |
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Luis posando con el Pollito |
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El trío aparcado en Loring |
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Colegio Gredos San Diego en El Escorial |
Desde allí ya tocaba ir volviendo así que tomé rumbo directo
a casa atravesando el embalse de Valmayor y en unos cuantos minutos me
encontraba en tierra con una gran sonrisa tras haber hecho realidad uno de mis
sueños, volar como los buitres sobre mi querida Pedriza.
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